lunes, 20 de octubre de 2025

Cabello estancado: ¿por qué no crece el pelo y qué hacer para recuperarlo?

 

Descubre por qué tu cabello no crece y cómo reactivarlo con hábitos, cuidados y tratamientos eficaces. ¡Recupera tu cabellera aquí!

A veces, por más cuidados, tratamientos o constancia que apliquemos, nuestro cabello parece no avanzar. Pasan los meses y sentimos que la longitud se mantiene igual, pero las puntas se debilitan y el pelo luce sin vida. Si esto te resulta familiar, es probable que estés enfrentando lo que se conoce como cabello estancado. Un suceso común que puede tener múltiples causas y soluciones efectivas.

 

Es primordial entender que el crecimiento capilar no es lineal ni idéntico para todas las personas, tiene en cuenta factores internos relativos de cada persona, como la genética o las hormonas, y externos, como el estrés o los hábitos diarios, que pueden alterar el ciclo natural de crecimiento y causar como consecuencia que deje de crecer temporalmente. Si deseas saber qué detiene el crecimiento del cabello, cómo identificar si tu pelo está en pausa y qué hacer si el cabello deja de crecer, con consejos y tratamientos capilares que realmente funcionan, no dejes de leer esta nota.

 

¿Por qué tu cabello dejó de crecer?

 

El crecimiento del cabello es un ciclo biológico compuesto por tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (caída). Normalmente, el 85 % de los folículos se encuentra en la etapa de crecimiento. Sin embargo, cuando un factor externo interrumpe ese proceso, los folículos entran antes de tiempo en reposo y el cabello deja de crecer.

 

Según los expertos del Instituto Médico Dermatológico (IMD), las causas pueden ser genéticas, hormonales o ambientales, y en muchos casos, pueden estar relacionadas con desequilibrios en el cuero cabelludo o deficiencias nutricionales. Entre las principales razones que pueden frenar el crecimiento destacan:

 

  • Genética: la velocidad de crecimiento del cabello, entre 1 y 1.5 cm mensual, está en gran parte determinada por la herencia. Algunas personas tienen folículos más sensibles a los cambios hormonales o ambientales, esto limita su longitud máxima.

 

  • Edad: con el paso del tiempo, el ciclo capilar se acorta. La fase anágena, de crecimiento, se vuelve más breve y el cabello se vuelve más fino y quebradizo. Por lo que explica por qué, a partir de los 40 años, muchas personas notan que su pelo ya no crece como antes.

 

  • Hormonas: alteraciones hormonales pueden afectar directamente la salud del folículo piloso, ralentizando su actividad o debilitando su estructura.

 

  • Estrés: los altos niveles de cortisol reducen el flujo sanguíneo al cuero cabelludo, afectando la nutrición de los folículos. Esta falta de oxigenación puede detener el crecimiento y favorecer la caída temporal. 

 

  • Hábitos: el abuso de herramientas térmicas, productos con alcohol o cepillados agresivos deteriora la fibra capilar y contribuye al quiebre, lo que da la falsa impresión de que el cabello no crece.

 

¿Cómo saber si tu crecimiento capilar está estancado?

 

No es fácil reconocer cuándo o por qué el cabello dejó de crecer, especialmente si la caída no es evidente. Sin embargo, existen señales que indican que tu cabello está atrapado en un ciclo de daño constante.

 

Si observas una falta de longitud visible sin importar el paso del tiempo. Si después de varios meses no notas que crezca, es muy probable que el cabello esté rompiéndose a la misma velocidad a la que crece. También es común sentir el cabello más fino en medios y puntas que en la raíz, o notar una textura desigual.

 

Asimismo, la sensación de sequedad persistente o un cuero cabelludo desequilibrado: demasiado graso o, por el contrario, con descamación. Son síntomas reflejan que los folículos no están recibiendo la nutrición adecuada para sostener el crecimiento.

 

Factores que frenan el crecimiento del cabello

 

Además de las causas individuales, existen factores que pueden agravar el estancamiento capilar y comprometer la regeneración del folículo. Existen dos grandes grupos por los que deja de crecer el cabello:

 

  • Internos: alteraciones hormonales, deficiencias nutricionales (como hierro, zinc o biotina) y enfermedades metabólicas, son factores que afectan la producción de queratina. Sumado a un déficit prolongado de estos nutrientes puede debilitar la raíz y ralentizar el crecimiento.

 

  • Externos: el uso excesivo de químicos, la exposición al sol sin la protección necesaria, contaminación o agua con cloro. Así como, el estrés físico que generan peinados muy tensos o tracciones constantes, los cuales pueden causar microlesiones en el cuero cabelludo y afectar el crecimiento futuro.

 

Reconocer cuál de estos factores es el que está afectando el crecimiento, es el primer paso para que puedas adoptar hábitos más saludables y aplicar productos acordes a tus necesidades que promuevan la salud del cabello desde su origen.

 

Tratamientos para estimular el crecimiento capilar

 

La buena noticia es que un cabello estancado puede recuperarse. He ahí la importancia de abordar las causas correctas y que adaptes las rutinas adecuadas, ya que podrás notar los resultados desde las pocas semanas de haber iniciado. En este punto, los tratamientos capilares son aliados clave, especialmente aquellos que equilibran el cuero cabelludo, mejoran la circulación y fortalecen la fibra desde la raíz.

 

Según Capilarea, los tratamientos más efectivos a tener en cuenta, combinan principios activos como biotina; cafeína; niacinamida o extractos vegetales que estimulan el folículo y alargan la fase anágena. También existen soluciones profesionales, como peelings capilares o terapias con microcorrientes, que reactivan la oxigenación y el flujo sanguíneo local. Entre las opciones más recomendadas se encuentran:

 

  • Terapias con ingredientes estimulantes: productos con cafeína o romero ayudan a mejorar la microcirculación y aportan energía al folículo.

 

  • Tratamientos de hidratación profunda: el cabello seco tiende a quebrarse, por lo que para combatirlo, es fundamental mantener la fibra elástica y resistente con mascarillas nutritivas o aceites ligeros.

 

  • Suplementos capilares: en algunos casos, el crecimiento puede reactivarse con vitaminas del complejo B, hierro o zinc, siempre bajo recomendación médica.

 

Tips diarios para mantener un crecimiento saludable 

 

  • Masajea el cuero cabelludo: dedica unos minutos al día a masajear con movimientos circulares, ya que activa la circulación y estimula el crecimiento.

 

  • Cuida tu alimentación: una dieta rica en proteínas, frutas y verduras es indispensable para incentivar la síntesis de queratina.

 

  • Reduce el estrés: el descanso y la desconexión son fundamentales para mantener el equilibrio hormonal.

 

  • Evita los peinados muy ajustados: la tensión constante puede debilitar los folículos.

 

  • Usa un tratamiento para el cabello acorde a tus necesidades: prioriza fórmulas que fortalezcan, hidraten y estimulen el cuero cabelludo sin saturarlo.

 

El crecimiento capilar es un proceso natural que puede derivarse de múltiples factores, pero la buena noticia es que puede reactivarse con la combinación correcta de hábitos, cuidado y constancia. Comprender qué detiene el crecimiento del cabello, identificar las señales tempranas y aplicar los tratamientos adecuados son los primeros pasos para recuperar un cabello fuerte y saludable.

 

En Thyms, sabemos que cada cabello tiene su propio ritmo. Por eso, nuestros tratamientos capilares están formulados con ingredientes que fortalecen la raíz, reactivan la fibra y favorecen un crecimiento saludable y sostenido. Para conocer más sobre los productos de Thyms y encontrar el que mejor se adapta a tus necesidades, ¡visita nuestro catálogo online!

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello

jueves, 16 de octubre de 2025

Guía de hidratación capilar para una melena sana y brillante

 

Sigue esta guía de hidratación capilar y logra una melena más sana, fuerte y brillante con cuidados simples y efectivos. ¡Descúbrela aquí!

El cabello seco, áspero o sin brillo no aparece de un día para otro. Detrás de esa textura opaca suele haber una causa común, la falta de hidratación capilar, que puede deberse a varios factores como el clima, el uso de planchas y secadores de manera continua y sin la protección adecuada, la contaminación o una rutina de cuidado inadecuada para tus necesidades, pero el resultado será el mismo, una fibra capilar deshidratada que necesita ayuda.


Debes tener en cuenta que hidratar no es simplemente humedecer el cabello; es restaurar la humedad interna de la hebra capilar, sellar las cutículas y devolverle elasticidad y suavidad. Según un estudio de L’Oréal, el pelo deshidratado puede perder hasta un 30 % de su resistencia natural frente a la rotura, esto demuestra que la hidratación es la base de la salud del cabello.


¿Por qué es tan importante la hidratación capilar?


Cuando el equilibrio de agua, proteínas y lípidos que conforman el cabello se rompe, las cutículas (la capa externa protectora) se abren, por lo que el agua se evapora y deja la hebra expuesta. En estos casos es cuando la hidratación capilar actúa como una barrera que recupera ese equilibrio, retiene la humedad y restaura la suavidad natural.


Como explican los especialistas, hidratar la cabellera mejora visiblemente su apariencia, mientras previene el daño a largo plazo, pues mantiene la flexibilidad de la fibra y la protege frente al calor, la radiación UV o los cambios de temperatura.


Una melena bien hidratada se puede reconocer por su brillo, buen movimiento y tener menos frizz. Además, responde mejor a los tratamientos y conserva el color por más tiempo. Por eso, entender cómo cuidar el cabello desde la hidratación es el primer paso para construir una rutina realmente efectiva, por ello te dejamos esta guía.


Causas comunes del cabello seco y sin vida


Una de las causas más comunes de deshidratación capilar es el uso frecuente de herramientas térmicas, como planchas o secadores, sin aplicar protección previa o termoprotectores. Ya que el uso de estos elementos hace que se eleve la temperatura interna del cabello, rompiendo los enlaces que retienen el agua.


Otro factor es el uso de shampoos con sulfatos agresivos, pues suelen retirar los aceites naturales del cuero cabelludo, por lo que dejan la fibra vulnerable. Asimismo, pueden influir agentes externos como el sol, el viento, el agua salada o el cloro de las piscinas, que deterioran la capa lipídica protectora.


Es por esto que, estudios dermatológicos han demostrado que la exposición a altos niveles de polución pueden aumentar la sequedad y la pérdida de proteínas esenciales en la fibra capilar, por lo que, la contaminación urbana tiene un papel clave. Las micropartículas del aire se adhieren al cabello y bloquean la capacidad de absorber hidratación.


También te puede interesar: Tips para adaptarte a los cambios de clima


¿Tu cabello necesita hidratación? Señales que no debes ignorar


Identificar cuándo tu cabello pide ayuda es clave para actuar a tiempo. Aquí te dejamos algunos signos que debes tener en cuenta para que actúes.


  • Falta de brillo y textura opaca: si tu pelo se ve sin vida y no refleja la luz, es una señal de deshidratación.


  • Frizz constante: la falta de agua en la fibra hace que el cabello busque humedad del ambiente, generando electricidad estática.


  • Puntas abiertas o quiebre: la deshidratación debilita la estructura interna, esto facilita que el cabello se rompa.


  • Sensación áspera o difícil de peinar: cuando el cabello pierde suavidad, las cutículas están abiertas y no hay suficiente hidratación interna.


Si identificas más de dos de estos síntomas, es momento de incorporar un tratamiento para el cabello que priorice la hidratación profunda y repare el daño desde la raíz hasta las puntas. 


Tratamientos capilares hidratantes: ¿cuál es el ideal para ti?


Elegir entre los distintos tratamientos capilares disponibles depende del tipo de daño y del estado actual de tu melena. Un cabello deshidratado requiere una fórmula que reponga proteínas y selladores de humedad como aceites naturales o ceramidas. Mientras, por otro lado, uno dañado por procesos químicos necesitará ingredientes reparadores como la keratina o el ácido hialurónico.


También es importante definir la frecuencia con la cual debes usarlos acorde al producto. Mientras las mascarillas hidratantes pueden aplicarse una o dos veces por semana, los sérums o aceites ligeros pueden usarse a diario para mantener la hidratación. Es por esto que combinar ambos es una forma efectiva de equilibrar hidratación y nutrición sin saturar la fibra. Aquí te enseñamos qué tipos de tratamientos puedes usar para que cuides de tu cabello:


Mascarillas, aceites y sérums: ¿cuándo usarlos? 


La hidratación capilar es el resultado de una rutina constante que equilibra limpieza, nutrición y protección. Mantener el pelo sano requiere atención diaria a los pequeños detalles, cómo lo lavas; con qué productos lo cuidas y de qué forma lo secas o peinas. Estas acciones, aunque parezcan sencillas, determinan la capacidad del cabello para retener la humedad y mantenerse flexible, brillante y resistente frente al daño ambiental o térmico.


Además, cada tipo de cabello (liso, rizado, teñido o natural) demanda cuidados específicos. Por lo que, comprender sus necesidades y adaptarlas a ti, tu frecuencia de lavado y estilo de vida te ayudará a mantener los resultados por más tiempo. La clave está en la constancia y en sumar hábitos que favorezcan la hidratación de manera natural. Aquí te compartimos algunas recomendaciones efectivas para cuidar tu cabello día a día:


  • Mascarillas hidratantes: se aplican una o dos veces por semana para restaurar el agua y la elasticidad. Son ideales para cabellos secos, dañados o tratados químicamente que necesitan hidratación.


  • Aceites capilares: ayudan a sellar la hidratación y proteger frente a la deshidratación. Los aceites de argán, coco o jojoba son excelentes para reducir el frizz y aportar brillo sin dejar residuos grasos. Lo recomendable es aplicarlos en medios y puntas en melenas que necesitan nutrición.


  • Sérums capilares: actúan como sello protector contra el calor, la contaminación y la humedad. Su textura ligera los hace perfectos para uso diario, especialmente antes del cepillado o el peinado con herramientas térmicas.


Consejos para mantener la hidratación día a día 


Mantener el cabello hidratado no depende únicamente de aplicar los tratamientos capilares adecuados. Cada paso del proceso influye directamente en la capacidad del cabello para retener agua y conservar su suavidad. Cuidar estos detalles es clave para prevenir la resequedad y mantener una melena flexible, brillante y con movimiento natural.


Además, es importante entender que la hidratación no es igual para todos los tipos de cabello. Un pelo fino no necesita la misma cantidad de producto que uno rizado o teñido, y los factores externos como el clima o la exposición solar también modifican sus necesidades. Por eso, más allá de aplicar los tratamientos capilares adecuados, es esencial acompañarlos con hábitos saludables que refuercen su efecto y protejan la fibra día tras día. En la búsqueda de un cabello fuerte, brillante y lleno de vida, incorporar los siguientes cuidados marcará la diferencia:


  • Evita el agua muy caliente al lavar el pelo, opta por agua tibia o fría para no abrir en exceso las cutículas y conservar la humedad interna.


  • Usa protectores térmicos: antes del secador o la plancha, aplica un producto que cree una barrera protectora para evitar la evaporación del agua.


  • Corta las puntas regularmente: cada seis u ocho semanas elimina las puntas abiertas y promueve una apariencia más sana.


  • Elige productos sin alcohol ni sulfatos, ya que los limpiadores suaves y las fórmulas con pH equilibrado mantienen el cabello hidratado por más tiempo.


  • No olvides el cuero cabelludo, ya que este mejora la absorción de los tratamientos y estimula el crecimiento fuerte.


La salud del cabello empieza con la hidratación. Sin ella, cualquier tratamiento pierde eficacia, y los daños se acumulan hasta alterar la estructura de la fibra. Comprender las causas de la sequedad, identificar las señales tempranas y mantener una rutina con productos adecuados marcará la diferencia entre una melena apagada y una llena de vida.


En Thym’s, creemos que cuidar tu pelo es una forma de cuidar de ti. Por eso, cada tratamiento para el cabello y producto de nuestra línea está formulado con ingredientes que restauran, protegen y mantienen la hidratación natural, para que tu cabellera se vea siempre saludable, brillante y fuerte.

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello

martes, 7 de octubre de 2025

Reinicia tu rutina capilar: guía detox para eliminar residuos de productos y contaminación

 

Devuelve la vitalidad a tu cabello con una rutina capilar detox que elimina residuos y contaminación. ¡Sigue esta guía y renuévalo aquí!

La vida urbana, los cambios de clima y el uso constante de productos de styling pueden dejar más marca en tu cabello de la que imaginas. Por lo que, cuando se satura puedes sentirlo sin brillo; pesado y no importa cuantos tratamientos te realices porque no funcionan como antes. Si es tu caso, significa que es momento de hacerte algo distinto para cuidar tu pelo ¿Pero cómo desintoxicar el cabello?

 

Al igual que la piel, el cuero cabelludo acumula residuos de contaminación, sudor y productos, esto impide que los nutrientes penetren correctamente. La buena noticia es que si aplicas la rutina de desintoxicación adecuada puedes devolverle vitalidad a tu cabello y mejorar su salud a largo plazo. Por eso es importante saber qué es un detox capilar, cómo detectar que tu pelo lo necesita y cuáles son los pasos e ingredientes clave para lograrlo según tu tipo de cabello.

 

¿Qué es un detox capilar y por qué tu cabello lo necesita?

 

Un detox capilar es un tratamiento para el cabello de limpieza profunda diseñado para eliminar la acumulación de productos, exceso de grasa y partículas contaminantes que se adhieren al cuero cabelludo y la fibra capilar. Mientras en un lavado común se elimina la suciedad superficial, cuando te haces el detox capilar limpias a nivel más profundo, permitiendo que se restaure el equilibrio natural del cabello y preparándolo para absorber mejor los nutrientes de tratamientos posteriores.

 

Con el paso del tiempo, la combinación de factores como la contaminación ambiental, el sudor, el cloro de piscinas y residuos de acondicionadores o lacas puede formar una película invisible que asfixia la fibra capilar. Debido a esto puedes ver consecuencias en el aspecto estético, percibir debilidad en el folículo, menor eficacia por parte de los productos que usas, además de molestias como picazón o exceso de grasa. He ahí la importancia de realizar un detox de forma periódica, pues ayuda a oxigenar el cuero cabelludo, mantener la cutícula sellada y prevenir daños acumulativos.

 

Señales de que tu cabello pide una limpieza profunda

 

Aunque cada cabello es distinto, hay señales universales que te señalan la necesidad de hacerte un detox capilar:

 

  • Sensación de pesadez y falta de movimiento: si tu cabello luce apretado y sin volumen, aunque esté recién lavado, es posible que tenga acumulación de productos.

 

  • Pérdida de brillo y textura áspera: cuando la cutícula está cubierta de residuos, la luz no se refleja de la misma manera, por lo tanto, tu pelo se verá opaco y sin vida.

 

  • Irritación o picazón en el cuero cabelludo: la obstrucción de los poros puede generar incomodidad, descamación y exceso de grasa.

 

Prestar atención a estas señales es clave para implementar a tiempo una rutina que se acomode a tus necesidades y evitar que los problemas se agraven con el paso de los días.

 

Paso a paso para una rutina de desintoxicación efectiva

 

Un detox capilar no significa cambiar por completo tu rutina, sino incorporar pasos estratégicos que potencien la limpieza y regeneración de tu cabello. Lo ideal es que la realices cada 15 o 30 días, dependiendo del nivel de exposición a contaminantes, tu tipo de cabello y el uso de productos. Aquí te damos una guía clara para elegir la rutina perfecta:

 

  • Elige un shampoo clarificante: aplica una fórmula especializada en limpieza profunda que elimine residuos y prepare la fibra.

 

  • Masajea el cuero cabelludo: dedica al menos tres minutos a masajear suavemente con las yemas de los dedos, activando la circulación y facilitando la oxigenación.

 

  • Aplica una mascarilla detox o purificante: estas fórmulas suelen contener ingredientes como arcilla o carbón activado, perfectos para absorber impurezas.

 

  • Aclara con abundante agua tibia: no uses agua muy caliente, debido a que puede abrir demasiado la cutícula y resecar el cabello.

 

  • Finaliza con un acondicionador ligero: no olvides aportar hidratación sin saturar el cabello, así dejarás la fibra de tu pelo suave y será más manejable.

Recuerda que este ritual no reemplaza tu rutina de limpieza diaria, pero sí la complementa con un reseteo profundo que devuelve frescura y vitalidad para el cuidado correcto del cabello.

 

Ingredientes clave para un detox capilar real

 

Los resultados de una limpieza profunda dependen, en gran medida, de los ingredientes que contiene el producto, por lo que no se debe tomar a la ligera. Estos son algunos componentes naturales y tecnológicos reconocidos por su capacidad de remover impurezas y revitalizar el cabello sin dañarlo que puedes tener en cuenta en tu tratamiento para el cabello:

 

  • Carbón activado: excelente para absorber toxinas y residuos de contaminación.

 

  • Arcilla verde o blanca: ayuda a regular el exceso de grasa en el cuero cabelludo.

 

  • Vinagre de manzana: equilibra el pH y deja el cabello más brillante.

 

  • Ácidos frutales (AHA): exfolian suavemente, eliminando células muertas y mejorando la renovación cutánea.

 

  • Extractos botánicos como aloe vera o té verde: hidratan y calman la piel, evitando la irritación tras la limpieza.

 

Recomendaciones según tu tipo de cabello

 

No todos los tipos de cabellos requieren el mismo enfoque al momento de desintoxicar. Ajustar el detox a las necesidades de tu pelo te asegura mejores resultados:

 

  • Cabello seco o rizado: necesita desintoxicaciones más espaciadas, con productos suaves que no eliminen demasiados los aceites naturales. Acompaña la limpieza con mascarillas nutritivas para limpiar sin resecar.

 

  • Cabello graso o fino: te recomendamos hacer limpiezas profundas más frecuentes (cada 15 días) para evitar la acumulación de grasa y dar más volumen. Opta por fórmulas ligeras y frescas.

 

  • Cabello teñido o tratado químicamente: escoge productos sin sulfatos agresivos y con ingredientes que protejan el color. Un detox mensual será suficiente para evitar que los pigmentos se desvanezcan rápidamente.

 

Un detox capilar no es una moda pasajera, es una estrategia efectiva para mantener tu cabello saludable frente a factores externos, como la contaminación, el sudor y los residuos de productos. Es importante identificar las señales de acumulación, para aplicar técnicas de limpieza profunda y elegir los ingredientes correctos acordes a tus necesidades, esto le devolverá a tu melena la ligereza, el brillo y la vitalidad que merece.

 

En Thyms, creemos que tu cabello también necesita un respiro para volver a empezar. Por eso, contamos con tratamientos para el cabello y productos para el cuidado capilar diseñados para limpiar profundamente sin agredir la fibra, preparando el terreno para que cada hebra reciba la nutrición que necesita acorde a tus necesidades.

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello

viernes, 3 de octubre de 2025

¿Sientes el cabello más seco? Claves para adaptarse al cambio de clima

 

Descubre cómo cuidar tu cabello seco frente a los cambios de clima con tips prácticos que lo mantendrán sano y brillante. ¡Conoce más aquí!

Cambiar de estación no solo transforma el paisaje y la temperatura: también puede alterar por completo la salud de tu cabello. Si notas que tu melena se vuelve más opaca, con frizz, resequedad o incluso con mayor caída cuando el clima cambia, no es casualidad. El entorno influye directamente en la fibra capilar y conocer estos efectos es clave para prevenir daños y mantener tu pelo siempre radiante.

 

En esta nota descubrirás por qué el clima impacta tu cabello, cómo se diferencian los efectos en climas fríos y cálidos, las señales de alerta que indican que tu rutina necesita ajustes y, lo más importante, qué cuidados y productos te ayudarán a mantener la salud de tu melena en cualquier estación del año.

 

¿Por qué el clima cambia la salud de tu cabello?

 

El cabello, al igual que la piel, es sensible a los factores ambientales. La humedad, la temperatura y la radiación solar afectan directamente su estructura y su equilibrio natural. Cada hebra está compuesta por cutículas que funcionan como escudos protectores; cuando estas se abren o debilitan, el pelo pierde agua, nutrientes y proteínas esenciales.

 

De acuerdo con expertos en tricología, el clima puede modificar la elasticidad, el brillo y la resistencia de la fibra capilar. Por ejemplo, la radiación ultravioleta daña las proteínas que mantienen firme el tallo capilar, mientras que el exceso de humedad genera electricidad estática y frizz. Por eso, adaptar la rutina de cuidado capilar al entorno no es un lujo, es una necesidad si buscas prevenir resequedad, quiebre o pérdida de fuerza.

 

Climas fríos vs. cálidos: cómo afectan tu cabello

 

No todos los climas dañan el cabello de la misma forma. Por eso, reconocer cómo actúa el frío y el calor sobre tu melena te ayudará a elegir la estrategia adecuada en cada momento del año. 

 

  • En climas fríos: el aire seco y las bajas temperaturas reducen la humedad natural del cabello, dejándolo más quebradizo y con tendencia a la estática. Además, el uso constante de calefacción en interiores potencia la resequedad y favorece la irritación del cuero cabelludo. Este ambiente exige reforzar la hidratación con mascarillas nutritivas y tratamientos capilares que aporten agua y lípidos.

 

  • En climas cálidos: el calor, el sol y la humedad son los principales enemigos. La radiación ultravioleta deteriora la queratina y el color del cabello, mientras que el exceso de sudor y sal marina reseca la fibra. En ambientes muy húmedos, el frizz se intensifica, dificultando el peinado y restando definición. Aquí el secreto está en priorizar la protección solar, usar productos antifrizz y mantener una limpieza regular para evitar acumulación de sudor o residuos.

 

En ambos casos, la clave está en personalizar el cuidado del cabello en clima frío y el cuidado del cabello en clima caliente, según los desafíos particulares que enfrente tu melena.

 

Señales de que el clima está dañando tu cabello

 

El daño climático no siempre aparece de inmediato; suele acumularse con el tiempo. Por eso, es importante aprender a reconocer las señales tempranas que indican que tu rutina capilar necesita un ajuste:

 

  • Cabello más seco y áspero: si notas que tu pelo pierde suavidad y se enreda con facilidad, es una señal clara de falta de hidratación por los cambios de temperatura o humedad.

 

  • Frizz constante: cuando el cabello está deshidratado, absorbe la humedad del ambiente y se expande, generando volumen no deseado y pérdida de control.

 

  • Caída estacional: en otoño y primavera es común observar una caída mayor de lo habitual debido al estrés ambiental y hormonal que producen los cambios estacionales.

 

  • Color deslavado o sin brillo: la exposición al sol o al frío extremo afecta la cutícula, dejando el color apagado y sin vitalidad.

 

  • Cuero cabelludo sensible: resequedad, picazón o exceso de grasa son respuestas usuales a los cambios de clima y al uso de calefacción o aire acondicionado.

 

Tips para cuidar tu pelo según el clima

 

Ajustar la rutina capilar según la temporada puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de tu melena. Aquí algunos consejos prácticos que puedes aplicar:

 

  • Refuerza la hidratación en invierno: usa mascarillas nutritivas una o dos veces por semana para compensar la resequedad causada por el aire frío y la calefacción. Los aceites ligeros también ayudan a sellar la fibra sin saturarla.

 

  • Protege del sol en verano: opta por productos con filtro UV y accesorios como sombreros o pañuelos para reducir el daño solar. Los protectores térmicos también funcionan como barrera contra el calor ambiental.

 

  • Adapta el lavado según el clima: en ambientes húmedos, lava con más frecuencia para evitar acumulación de sudor y grasa; en ambientes secos, espacia los lavados para no eliminar los aceites naturales.

 

  • Cuida el cuero cabelludo: en invierno, un shampoo suave ayuda a evitar la descamación; en verano, fórmulas frescas con ingredientes purificantes mantienen la piel limpia y oxigenada.

 

  • Mantén rutinas detox periódicas: una limpieza profunda cada 15 días elimina residuos de cloro, sal y productos, permitiendo que los tratamientos capilares actúen con mayor eficacia.

 

Estos tips ayudan a entender cómo evitar el cabello seco y también previenen problemas a largo plazo como pérdida de elasticidad o puntas abiertas.

 

Productos ideales para combatir resequedad y frizz

 

La elección de los productos para el cuidado capilar es fundamental cuando se trata de proteger el cabello del impacto del clima. Más allá de la constancia en la rutina, que es extremadamente importante, la calidad de las fórmulas que uses hará la diferencia. Por eso, te recomendamos: 

 

  • Shampoo nutritivo y suave: ideal para limpiar sin arrastrar los aceites naturales, manteniendo la hidratación. Por ejemplo, el shampoo y rinse Thym´s Professional Coco, es un ejemplo perfecto de un producto que puede ayudarte en temas de hidratación.

 

Shampoo nutritivo y suave

 

  • Acondicionador antifrizz: con ingredientes humectantes que facilitan el peinado y reducen la estática.

 

  • Mascarillas intensivas: diseñadas para reparar el daño climático, aportando proteínas y agua en equilibrio. El Thym´s PLEX es ideal, pues ayuda a evitar y prevenir el debilitamiento del folículo piloso.

 

Mascarillas intensivas

 

  • Protectores térmicos con filtro UV: esenciales en climas cálidos para cuidar tanto del calor de herramientas como del sol. Nuestro Óleo Capilar Termoprotector de açaí y argán, es ideal para esta tarea y además deja una textura espectacular en el cabello.

 

Protectores térmicos con filtro UV

 

  • Sérums ligeros: perfectos para sellar la cutícula y mantener el cabello brillante, sin apelmazar. THYM’S Silicona Capilar es un producto ideal que otorga un brillo extraordinario y extra suavidad al cabello.

 

Sérums ligeros

 

El clima puede transformar tu cabello tanto como transforma el paisaje. Frío, calor, humedad o radiación solar: cada factor impacta de manera distinta en la fibra capilar, provocando resequedad, frizz o pérdida de fuerza si no cuentas con una rutina adaptada. La buena noticia es que, al identificar las señales de daño y aplicar estrategias específicas, es posible mantener una melena saludable en cualquier estación.

 

En Thyms, entendemos que cada cambio de clima es un reto distinto para tu cabello. Por eso, nuestros tratamientos capilares y productos para el cuidado capilar están diseñados para ofrecer nutrición, protección y equilibrio en cada temporada. Porque cuidar tu melena no se trata de luchar contra el clima, sino de acompañarla con lo que realmente necesita.

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello

martes, 29 de julio de 2025

Errores comunes al combinar productos capilares: ¿qué no hacer?

 

Mezclar productos incompatibles puede dañar tu cabello o anular sus efectos. Descubre los errores más comunes y cómo evitarlos.

Todas queremos un cabello sano, brillante y fácil de manejar. Y para lograrlo, muchas veces invertimos en múltiples productos: shampoo, acondicionador, sérum, crema para peinar, matizante para el cabello, mascarillas, entre otros. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado si esos productos realmente funcionan bien juntos?

 

A veces, sin darnos cuenta, combinamos fórmulas que no solo restan efectividad entre sí, sino que también pueden provocar acumulación, resequedad o incluso quiebre. Y es que no se trata de aplicar más productos, sino de hacerlo con estrategia y conocimiento.

 

En esta nota vamos a identificar los errores al combinar productos capilares, qué consecuencias pueden traer y cómo construir una rutina capilar correcta que potencie los resultados sin comprometer la salud de tu melena. Porque elegir bien no es solo cuestión de marca, también de compatibilidad.

 

¿Por qué es importante combinar adecuadamente los productos capilares?

 

El cabello, al igual que la piel, tiene un equilibrio natural que puede alterarse fácilmente si aplicamos productos con ingredientes incompatibles o en un orden inadecuado. Aunque cada uno de estos productos promete beneficios concretos, su efectividad depende de cómo interactúan con los demás.

 

Por ejemplo, un shampoo purificante puede eliminar residuos, pero si luego se aplica una mascarilla con siliconas pesadas sin enjuague adecuado, se puede generar acumulación. Del mismo modo, usar un tratamiento capilar intensivo junto a un sérum a base de aceites sin dejar tiempo entre ellos puede sellar la fibra antes de que el tratamiento penetre.

 

El objetivo de una buena rutina no es saturar el cabello, sino ofrecerle lo que necesita en cada etapa: limpieza, hidratación, nutrición y protección. Por eso, saber qué productos funcionan bien juntos (y cuáles no) es clave para evitar errores que terminen causando más daño que beneficio.

 

Errores más comunes al mezclar productos para el cuidado del cabello

 

Te compartimos algunos de los errores más frecuentes que cometen muchas personas al combinar productos para el cuidado capilar. Si te identificas con alguno, no te preocupes: lo importante es corregir a tiempo y ajustar tu rutina de forma más efectiva.

 

  • Usar shampoo con sulfatos seguido de un tratamiento hidratante sin dejar actuar el producto: muchos shampoos con sulfatos limpian de forma agresiva, eliminando aceites naturales y dejando la fibra más porosa. Si inmediatamente después aplicas una mascarilla hidratante sin respetar el tiempo de acción, los activos no penetran lo suficiente y se pierden. Resultado: desperdicio de producto y falta de hidratación real. 

 

  • Aplicar demasiados productos sin enjuagar entre capas: el famoso layering capilar (aplicar producto tras producto) puede ser útil si se hace con conocimiento. Pero si aplicas una crema sin enjuague, luego aceite, luego protector térmico y después un spray antifrizz, corres el riesgo de saturar la fibra, creando una capa que impide la absorción de nutrientes y genera acumulación.

 

  • Combinar tratamientos con ingredientes opuestos: por ejemplo, si usas un tratamiento con proteínas para fortalecer el cabello y lo mezclas con uno ultra hidratante al mismo tiempo, podrías anular el efecto de ambos. Las proteínas deben aplicarse cuando el cabello necesita reconstrucción, y la hidratación, cuando busca elasticidad. Mezclarlos sin orden puede generar resultados confusos o desequilibrados. 

 

  • Usar productos con pH incompatibles: el cabello tiene un pH natural ligeramente ácido. Cuando aplicas un producto con pH muy alcalino (como algunos aclarantes) y luego otro con pH muy ácido sin transición, puedes generar un choque que afecte la cutícula y altere la textura del cabello.

 

  • Matizar con el producto incorrecto sobre una base inestable: el matizante debe aplicarse sobre una base adecuada. Si tu cabello no está preparado o no has eliminado residuos antes de aplicarlo, puede manchar, no fijarse o dejar tonos desiguales. Esto también sucede si se combina con productos que contienen siliconas que bloquean la acción del matizante.

 

Consecuencias de combinar productos incompatibles

 

Estos errores, aunque parezcan pequeños, pueden tener un impacto acumulativo en la salud y apariencia del cabello. Estas son algunas de las consecuencias más comunes cuando no se construye una rutina capilar correcta:

 

  • Acumulación de residuos: el uso excesivo o mal combinado de productos puede dejar una película que apaga el brillo, da sensación de suciedad constante y dificulta la penetración de nuevos tratamientos. Este efecto también puede generar picazón o sensación de cuero cabelludo cargado.

 

  • Pérdida de efectividad de los productos: cuando los ingredientes se neutralizan entre sí, los beneficios de cada fórmula se diluyen. Así, aunque inviertas en buenos productos, no verás resultados porque no estás permitiendo que actúen correctamente.

 

  • Alteración del pH del cuero cabelludo: el uso desordenado de productos puede modificar el equilibrio natural del cuero cabelludo, provocando resequedad, exceso de grasa, caspa o sensibilidad. Esto también puede generar caídas temporales o mayor fragilidad en la raíz.

 

  • Cabello apagado o sin forma: una rutina mal estructurada puede dejar el cabello sin vida, difícil de peinar o con una textura extraña. Esto es común cuando se mezclan productos con siliconas, aceites pesados y proteínas sin alternar con detox o limpiezas profundas.

 

  • Daño capilar por productos mal utilizados: algunos ingredientes, si se combinan o aplican mal, pueden causar daño estructural. Por ejemplo, sellar con aceites una fibra que no ha sido hidratada o usar dos tratamientos reconstructor/hidratante al mismo tiempo puede debilitar la estructura interna del cabello.

 

Recomendaciones para una rutina capilar efectiva y segura

 

La clave está en la planificación y en conocer las necesidades reales de tu cabello. No necesitas 10 productos, sino una selección bien hecha y una rutina que te funcione. Aquí algunas recomendaciones clave:

 

  • Identifica el estado de tu cabello antes de elegir productos: no es lo mismo un cabello deshidratado que uno dañado. El primero necesita agua, el segundo necesita proteínas. Evalúa si tu cabello está seco, poroso, con frizz, opaco o sin fuerza para determinar qué tipo de tratamiento requiere. 

 

  • No uses todos los productos el mismo día: distribuye tus tratamientos capilares a lo largo de la semana. Por ejemplo: un día mascarilla hidratante, otro día mascarilla nutritiva, otro día detox. Deja respirar al cabello y permite que cada activo actúe en su momento.

 

  • Respeta los tiempos de acción de cada producto: no enjuagues antes de tiempo ni prolongues más de lo indicado. Tanto la sobreexposición como el enjuague precoz afectan la efectividad del tratamiento.

 

  • Haz limpiezas profundas periódicas: cada 15 días, usa un shampoo clarificante que elimine residuos acumulados. Esto permitirá que los productos posteriores penetren mejor y reduzcan la saturación.

 

  • No mezcles productos de marcas o líneas con funciones opuestas: idealmente, mantén una misma línea o marca por etapa de tratamiento. Muchas marcas formulan sus productos para ser compatibles entre sí, lo cual garantiza mejores resultados.

 

  • Consulta si el producto puede mezclarse o no con otros: especialmente en el caso del matizante para el cabello, es mejor usarlo solo, con el cabello limpio y sin capas previas de siliconas o aceites que puedan interferir con el color.

 

Tener una melena espectacular no depende de la cantidad de productos que uses, sino de cómo los combinas y si realmente responden a las necesidades de tu cabello. Evitar los errores al combinar productos capilares te ayuda no solo a ahorrar dinero, sino a prevenir el daño capilar por productos mal empleados y a construir una rutina capilar correcta que realmente funcione.

 

En Thyms, entendemos que cada cabello tiene su ritmo y su historia. Por eso, nuestros productos para el cuidado capilar están diseñados para trabajar en sinergia: desde nuestros shampoos nutritivos, hasta el matizante y los distintos tratamientos, cada fórmula está pensada para actuar con eficacia y seguridad, sin saturar tu melena. Porque cuidarte no es saturarte de opciones, es darte exactamente lo que tu cabello necesita.

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello

martes, 22 de julio de 2025

Tintes que cuidan tu cuero cabelludo: guía para pieles sensibles y cabellos delicados

 

Elige tintes sin amoníaco ni parabenos para proteger cuero cabelludo y cabello sensible. Descubre opciones suaves que respetan tu salud capilar.

Teñirse el cabello es una forma de expresarse, renovarse y sentirse bien. Pero, ¿qué pasa cuando el proceso viene acompañado de ardor, picazón o enrojecimiento? O cuando el cabello se ve más frágil después de cada coloración, como si perdiera fuerza en lugar de ganar vida. Si esto te ha pasado, no estás exagerando: puede que estés usando un tinte que no es el adecuado para ti.

 

Las personas con piel sensible o cabello fino requieren un enfoque diferente a la hora de elegir un tinte para cabello. No cualquier fórmula sirve, y usar la equivocada puede provocar reacciones desagradables, daño capilar o resultados poco duraderos. Por eso, en esta nota te contamos todo lo que necesitas saber sobre los tintes para cuero cabelludo sensible, qué ingredientes debes evitar, qué características buscar y cómo cuidar tu melena durante la aplicación.

 

Porque sí, es posible lograr un color hermoso sin sacrificar tu comodidad ni la salud de tu cabello. Solo necesitas el producto adecuado y una rutina pensada para ti.

 

¿Por qué algunas personas necesitan tintes especiales para cuero cabelludo sensible?

 

No todas las pieles reaccionan igual frente a los componentes de un tinte. Algunas personas tienen una mayor sensibilidad a ciertos ingredientes químicos, lo que puede desencadenar molestias como ardor, enrojecimiento, picazón o incluso reacciones alérgicas. Estas respuestas del cuerpo no siempre se deben a una alergia formal, sino a una sensibilidad acumulada que se intensifica con cada coloración.

 

Además, el cabello fino o frágil tiene una estructura menos resistente. Su cutícula es más delgada, lo que lo vuelve más vulnerable a la acción de los productos agresivos. Si no se cuida con fórmulas adecuadas, puede quebrarse, volverse poroso o perder su brillo natural.

 

Por eso, para quienes tienen este tipo de características, lo mejor es optar por tintes para cuero cabelludo sensible y los mejores tintes para cabello delicado, que estén formulados con ingredientes suaves, sin amoniaco ni fragancias fuertes, y con agentes protectores que respeten tanto la piel como la fibra capilar.

 

Ingredientes a evitar en tintes para pieles sensibles y cabellos delicados

 

Antes de elegir un tinte, es fundamental saber qué ingredientes pueden generar molestias o afectar la salud capilar. Aquí te contamos cuáles son los más comunes a evitar si tienes piel o cabello delicado:

 

  • Amoniaco: este compuesto se usa para abrir la cutícula del cabello y permitir que el color penetre, pero tiene un olor fuerte y puede irritar el cuero cabelludo sensible. Además, reseca el cabello, sobre todo si es fino o poroso. Por eso, los tintes sin amoniaco son una excelente alternativa para lograr una coloración duradera sin causar agresión innecesaria.

 

  • Parafenilendiamina (PPD): es un colorante muy utilizado en tintes oscuros. Aunque da un color intenso, es uno de los ingredientes que más reacciones alérgicas puede causar. Si tienes antecedentes de irritación, este componente debe estar fuera de tu radar.

 

  • Resorcinol: presente en muchos tintes permanentes, puede causar irritación en la piel y en los ojos. También se relaciona con desequilibrios hormonales si se usa de forma continua y en altas concentraciones.

 

  • Alcoholes secantes: algunos alcoholes deshidratan el cuero cabelludo y el cabello. Esto puede aumentar la sensibilidad y dejar el pelo aún más quebradizo.

 

  • Fragancias artificiales: si bien aportan un aroma agradable al producto, en pieles sensibles pueden ser desencadenantes de picor o enrojecimiento. Elegir fórmulas sin perfumes o con fragancias suaves de origen natural es una mejor opción.

 

Características de los mejores tintes para cuero cabelludo sensible

 

No se trata solo de evitar lo dañino, sino de buscar lo que realmente nutra, proteja y aporte resultados duraderos sin agredir. Estos son los aspectos que definen a los mejores tintes para cabello delicado y para pieles sensibles:

  

  • Fórmula sin amoniaco: los tintes no generan vapores fuertes ni causan picazón en el cuero cabelludo. Suelen utilizar alternativas más suaves como la monoetanolamina (MEA), que cumplen una función similar sin irritar.

  

  • Presencia de aceites o activos botánicos: muchos de estos tintes incluyen ingredientes naturales como aceites de argán, jojoba, almendras o extractos de plantas. Estos ayudan a hidratar la fibra capilar, a sellar la cutícula y a minimizar el impacto del proceso químico.

  

  • Textura cremosa y fácil de aplicar: una buena textura permite una aplicación más controlada y homogénea. Además, reduce el contacto innecesario con el cuero cabelludo y permite que el producto actúe solo donde debe.

  

  • Colores intensos y de larga duración: no por ser suaves deben ser menos eficaces. Los mejores productos logran colores vibrantes, brillantes y duraderos sin sacrificar el bienestar del cuero cabelludo.

 

  • Compatibilidad con cabellos tratados o finos: las fórmulas pensadas para cabellos delicados suelen ser compatibles con melenas que han pasado por otros tratamientos como alisados, decoloraciones o permanentes. Esto permite usarlas con más tranquilidad y seguridad.

  

Recomendaciones para aplicar tintes en cabello fino o cuero cabelludo sensible

 

Además de elegir el producto adecuado, la forma en la que aplicas el tinte también influye en el resultado y en la salud de tu cuero cabelludo. Estas son algunas recomendaciones clave para una coloración segura y efectiva:

 

  • Haz una prueba de sensibilidad antes de aplicar: siempre que uses un producto nuevo, aplícalo 48 horas antes en una pequeña zona detrás de la oreja o en la nuca. Así podrás detectar si tu piel reacciona antes de cubrir todo el cuero cabelludo.

  

  • Evita lavar el cabello el mismo día de la coloración: el sebo natural actúa como barrera protectora frente a los químicos. Si lavas el cabello justo antes de teñirlo, eliminas esa defensa y haces que el cuero cabelludo esté más expuesto.

 

  • Aplica el producto evitando el contacto directo con la piel: aunque es difícil no tocar el cuero cabelludo, intenta que la aplicación sea más sobre el cabello que sobre la raíz. Usa pinceles y guantes para lograr mayor precisión.

 

  • Elige un tono cercano al natural si es la primera vez: si nunca te has teñido y tienes piel sensible, es mejor empezar por un tono suave, cercano al tuyo. Esto minimiza la cantidad de producto necesaria y reduce el riesgo de reacción.

 

  • Hidrata y repara después del proceso: una vez finalizada la coloración, utiliza productos para el cuidado capilar diseñados para cabello teñido y delicado. Esto ayuda a restaurar la hidratación, prolongar el color y prevenir el daño.

 

  • Evita el calor excesivo inmediatamente después: tras teñir, evita secadores, planchas o exposición directa al sol durante las primeras 48 horas. Esto permite que el color se fije mejor y reduce la irritación potencial.

 

Si tienes cuero cabelludo sensible o cabello fino, teñirte no tiene por qué ser una experiencia dolorosa o arriesgada. Existen productos formulados específicamente para ti, que ofrecen resultados increíbles sin comprometer tu bienestar. Solo necesitas saber qué buscar, qué evitar y cómo cuidarte antes, durante y después de la aplicación.

 

En Thyms, entendemos que cada tipo de cabello y piel necesita un enfoque personalizado. Por eso ofrecemos tintes sin amoniaco, formulados para minimizar la irritación y maximizar el color. Nuestra línea de productos capilares incluye opciones seguras, suaves y efectivas, pensadas para que disfrutes del cambio sin poner en riesgo la salud de tu melena. Porque cuidarte también es elegir lo que te hace bien.

Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello