Descubre por qué tu cabello no crece y cómo reactivarlo con hábitos, cuidados y tratamientos eficaces. ¡Recupera tu cabellera aquí!
A veces, por más cuidados, tratamientos o constancia que apliquemos, nuestro cabello parece no avanzar. Pasan los meses y sentimos que la longitud se mantiene igual, pero las puntas se debilitan y el pelo luce sin vida. Si esto te resulta familiar, es probable que estés enfrentando lo que se conoce como cabello estancado. Un suceso común que puede tener múltiples causas y soluciones efectivas.
Es primordial entender que el crecimiento capilar no es lineal ni idéntico para todas las personas, tiene en cuenta factores internos relativos de cada persona, como la genética o las hormonas, y externos, como el estrés o los hábitos diarios, que pueden alterar el ciclo natural de crecimiento y causar como consecuencia que deje de crecer temporalmente. Si deseas saber qué detiene el crecimiento del cabello, cómo identificar si tu pelo está en pausa y qué hacer si el cabello deja de crecer, con consejos y tratamientos capilares que realmente funcionan, no dejes de leer esta nota.
¿Por qué tu cabello dejó de crecer?
El crecimiento del cabello es un ciclo biológico compuesto por tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (caída). Normalmente, el 85 % de los folículos se encuentra en la etapa de crecimiento. Sin embargo, cuando un factor externo interrumpe ese proceso, los folículos entran antes de tiempo en reposo y el cabello deja de crecer.
Según los expertos del Instituto Médico Dermatológico (IMD), las causas pueden ser genéticas, hormonales o ambientales, y en muchos casos, pueden estar relacionadas con desequilibrios en el cuero cabelludo o deficiencias nutricionales. Entre las principales razones que pueden frenar el crecimiento destacan:
- Genética: la velocidad de crecimiento del cabello, entre 1 y 1.5 cm mensual, está en gran parte determinada por la herencia. Algunas personas tienen folículos más sensibles a los cambios hormonales o ambientales, esto limita su longitud máxima.
- Edad: con el paso del tiempo, el ciclo capilar se acorta. La fase anágena, de crecimiento, se vuelve más breve y el cabello se vuelve más fino y quebradizo. Por lo que explica por qué, a partir de los 40 años, muchas personas notan que su pelo ya no crece como antes.
- Hormonas: alteraciones hormonales pueden afectar directamente la salud del folículo piloso, ralentizando su actividad o debilitando su estructura.
- Estrés: los altos niveles de cortisol reducen el flujo sanguíneo al cuero cabelludo, afectando la nutrición de los folículos. Esta falta de oxigenación puede detener el crecimiento y favorecer la caída temporal.
- Hábitos: el abuso de herramientas térmicas, productos con alcohol o cepillados agresivos deteriora la fibra capilar y contribuye al quiebre, lo que da la falsa impresión de que el cabello no crece.
¿Cómo saber si tu crecimiento capilar está estancado?
No es fácil reconocer cuándo o por qué el cabello dejó de crecer, especialmente si la caída no es evidente. Sin embargo, existen señales que indican que tu cabello está atrapado en un ciclo de daño constante.
Si observas una falta de longitud visible sin importar el paso del tiempo. Si después de varios meses no notas que crezca, es muy probable que el cabello esté rompiéndose a la misma velocidad a la que crece. También es común sentir el cabello más fino en medios y puntas que en la raíz, o notar una textura desigual.
Asimismo, la sensación de sequedad persistente o un cuero cabelludo desequilibrado: demasiado graso o, por el contrario, con descamación. Son síntomas reflejan que los folículos no están recibiendo la nutrición adecuada para sostener el crecimiento.
Factores que frenan el crecimiento del cabello
Además de las causas individuales, existen factores que pueden agravar el estancamiento capilar y comprometer la regeneración del folículo. Existen dos grandes grupos por los que deja de crecer el cabello:
- Internos: alteraciones hormonales, deficiencias nutricionales (como hierro, zinc o biotina) y enfermedades metabólicas, son factores que afectan la producción de queratina. Sumado a un déficit prolongado de estos nutrientes puede debilitar la raíz y ralentizar el crecimiento.
- Externos: el uso excesivo de químicos, la exposición al sol sin la protección necesaria, contaminación o agua con cloro. Así como, el estrés físico que generan peinados muy tensos o tracciones constantes, los cuales pueden causar microlesiones en el cuero cabelludo y afectar el crecimiento futuro.
Reconocer cuál de estos factores es el que está afectando el crecimiento, es el primer paso para que puedas adoptar hábitos más saludables y aplicar productos acordes a tus necesidades que promuevan la salud del cabello desde su origen.
Tratamientos para estimular el crecimiento capilar
La buena noticia es que un cabello estancado puede recuperarse. He ahí la importancia de abordar las causas correctas y que adaptes las rutinas adecuadas, ya que podrás notar los resultados desde las pocas semanas de haber iniciado. En este punto, los tratamientos capilares son aliados clave, especialmente aquellos que equilibran el cuero cabelludo, mejoran la circulación y fortalecen la fibra desde la raíz.
Según Capilarea, los tratamientos más efectivos a tener en cuenta, combinan principios activos como biotina; cafeína; niacinamida o extractos vegetales que estimulan el folículo y alargan la fase anágena. También existen soluciones profesionales, como peelings capilares o terapias con microcorrientes, que reactivan la oxigenación y el flujo sanguíneo local. Entre las opciones más recomendadas se encuentran:
- Terapias con ingredientes estimulantes: productos con cafeína o romero ayudan a mejorar la microcirculación y aportan energía al folículo.
- Tratamientos de hidratación profunda: el cabello seco tiende a quebrarse, por lo que para combatirlo, es fundamental mantener la fibra elástica y resistente con mascarillas nutritivas o aceites ligeros.
- Suplementos capilares: en algunos casos, el crecimiento puede reactivarse con vitaminas del complejo B, hierro o zinc, siempre bajo recomendación médica.
Tips diarios para mantener un crecimiento saludable
- Masajea el cuero cabelludo: dedica unos minutos al día a masajear con movimientos circulares, ya que activa la circulación y estimula el crecimiento.
- Cuida tu alimentación: una dieta rica en proteínas, frutas y verduras es indispensable para incentivar la síntesis de queratina.
- Reduce el estrés: el descanso y la desconexión son fundamentales para mantener el equilibrio hormonal.
- Evita los peinados muy ajustados: la tensión constante puede debilitar los folículos.
- Usa un tratamiento para el cabello acorde a tus necesidades: prioriza fórmulas que fortalezcan, hidraten y estimulen el cuero cabelludo sin saturarlo.
El crecimiento capilar es un proceso natural que puede derivarse de múltiples factores, pero la buena noticia es que puede reactivarse con la combinación correcta de hábitos, cuidado y constancia. Comprender qué detiene el crecimiento del cabello, identificar las señales tempranas y aplicar los tratamientos adecuados son los primeros pasos para recuperar un cabello fuerte y saludable.
En Thyms, sabemos que cada cabello tiene su propio ritmo. Por eso, nuestros tratamientos capilares están formulados con ingredientes que fortalecen la raíz, reactivan la fibra y favorecen un crecimiento saludable y sostenido. Para conocer más sobre los productos de Thyms y encontrar el que mejor se adapta a tus necesidades, ¡visita nuestro catálogo online!
Nota tomada de: Thyms - Tintes y tratamientos para el cabello
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